El sérum y el suero son dos productos cosméticos que pueden generar confusión, pero que tienen diferencias importantes que conviene conocer. En este artículo te explicamos si el Sérum es lo mismo que suero, qué es cada uno, para qué sirven y cómo usarlos correctamente.
Diferencias entre el sérum y el suero
El sérum es un producto de textura ligera y fluida que se aplica después de la limpieza facial y antes de la crema hidratante. Su función es tratar problemas específicos de la piel, como la falta de hidratación, luminosidad, firmeza o elasticidad. Además, tiene una alta concentración de ingredientes activos que penetran en las capas más profundas de la piel, donde actúan de forma más eficaz.
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Visto de esta forma el sérum no es lo mismo que suero. De hecho, existen diferentes tipos de sérum según las necesidades de cada piel. Por ejemplo hidratantes, antioxidantes, antiarrugas, reafirmantes, iluminadores, etc. Asimismo, se debe aplicar con un suave masaje sobre el rostro, el cuello y el escote, evitando el contorno de los ojos. Se recomienda usarlo dos veces al día, por la mañana y por la noche.
Por otro lado, ahora que sabes que sérum no es lo mismo que suero, debes conocer las propiedades de este último. El suero es un producto de textura más densa y viscosa, más que el sérum. Además, se aplica después de este y antes de la crema hidratante. Su función es tratar problemas más específicos y localizados de la piel, como las manchas, el acné, las cicatrices o las arrugas profundas.
Asimismo, el suero tiene una mayor concentración de ingredientes activos que el sérum, y suele tener un efecto peeling o exfoliante que renueva la superficie de la piel. Además, se debe aplicar con un cuentagotas sobre las zonas afectadas, dando pequeños toques con el dedo. Se recomienda usarlo solo una vez al día, preferiblemente por la noche, y no más de dos o tres veces por semana.
Fuera mitos
Como se puede ver, el sérum y el suero no son lo mismo, sino que son complementarios. Ambos productos pueden mejorar la salud y el aspecto de la piel, siempre que se elijan los adecuados para cada tipo y problema de piel, y que se usen correctamente. No se debe abusar de ellos, ni mezclarlos entre sí. Tampoco sustituirlos por la crema hidratante, que es imprescindible para proteger la piel de las agresiones externas. Si tienes dudas sobre qué sérum o suero te conviene más, lo mejor es que consultes con un profesional de la cosmética o de la dermatología, que te podrá asesorar según tu caso.
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