La ropa térmica es aquella que ayuda al cuerpo a mantener su temperatura ideal, protegiéndolo de las condiciones climatológicas adversas. Por ejemplo, el frío, el viento o la humedad y ofreciendo la máxima comodidad para realizar todo tipo de actividades. Además, se suele usar como primera capa, es decir, en contacto directo con la piel. Por ello, se compone de tejidos especiales que aíslan del frío y permiten al cuerpo conservar su propio calor, logrando un equilibrio térmico adecuado.
¿Cómo funciona la ropa térmica?
En algunos países donde las temperaturas son extremas, es preciso contar con este elemento. La ropa térmica funciona creando una capa de aire entre el tejido y la piel, que actúa como un aislante del frío y a la vez permite la transpiración del sudor. De esta forma, se evita que el cuerpo se enfríe por la evaporación del sudor y se mantiene seco y confortable. También tiene propiedades antibacterianas y antiolores, que evitan el mal olor causado por las bacterias que se alimentan del sudor.
La ropa térmica tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar de las personas que la usan. Algunos de ellos son que previene las enfermedades respiratorias y los resfriados, al evitar que el cuerpo pierda calor y se debilite el sistema inmunológico.
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Además, la ropa térmica mejora el rendimiento deportivo, al facilitar la circulación sanguínea y el transporte de oxígeno a los músculos. Asimismo, reduce el riesgo de lesiones musculares y articulares, al mantener los músculos calientes y flexibles. De igual modo, Aumenta la sensación de confort y seguridad, al proporcionar una mayor libertad de movimiento y una menor sensación de frío.
¿Cómo elegirla?
A la hora de elegir debes tener en cuenta varios factores, como:
Tipo de actividad que vas a realizar. No es lo mismo usar ropa térmica para practicar un deporte intenso que uno tranquilo. Por ejemplo, el primero supone mucha transpiración, como el running o el ciclismo, el segundo requiere más aislamiento, como el senderismo o el esquí.
La temperatura exterior. Según el grado de frío que haga, necesitarás una ropa térmica más o menos gruesa y cálida. Existen diferentes niveles de protección térmica, desde los más ligeros hasta los más extremos.
El ajuste al cuerpo. La ropa térmica debe quedar ceñida al cuerpo, pero sin apretar ni limitar el movimiento. Entonces es importante que escojas una talla adecuada.
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