Los síntomas de lombrices en el estómago suelen confundirse con otras condiciones o patologías. Sin embargo, es importante identificarlos bien para iniciar un tratamiento lo más rápido posible. Es por ello que aquí te indicaremos las molestias que esto produce, tanto en adultos como en niños.
Las lombrices del estómago aparecen cuando se ingieren los huevos de dichos parásitos, de forma involuntaria. Por lo general, se encuentran en la ropa o las uñas de las personas infectadas. Una vez que se ingieren, se alojan en el intestino delgado, donde nacen las larvas, que, al convertirse en lombrices, suben al grueso.
Síntomas de las lombrices intestinales
Por lo general, las lombrices en el estómago no provocan síntomas, por lo que su detección no es nada sencilla. Sin embargo, cuando la infección está bastante avanzada, suele manifestarse de la siguiente manera:
- Problemas digestivos como pérdida del apetito o náuseas frente a los alimentos.
- Diarreas y vómitos repentinos. Las heces pueden salir con sangre y tener un olor fétido.
- Inflamación y dolor en el abdomen.
- Estreñimiento por la obstrucción ocasionada por las lombrices.
- Picazón en el ano. Incluso, se presentan erupciones cutáneas en la zona por rascarse constantemente.
- Nerviosismo y pérdida de peso.
¿Qué hacer en caso de síntomas de lombrices en el estómago?
Cuando se presentan los síntomas de lombrices en el estómago, lo más adecuado es acudir al médico, tan pronto como sea posible. Tendrás que hacerte un examen de heces, en el que identifican qué tipo de parásito tienes. Para eliminarlos, el especialista indica un medicamento oral, cuya dosis debes repetir después de dos semanas, para asegurarse que todas las lombrices y larvas desaparecieron por completo.
Debido a que es una infección contagiosa, es posible que los demás miembros de la familia estén infectados, por lo que deben hacerse un tratamiento preventivo.
Evita la reinfección
Ahora que sabes los síntomas de lombrices en el estómago y lo que debes hacer al respecto, es necesario evitar la reinfección. Para ello, adopta medidas de higiene importantes, como evitar rascarse el área perianal, lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer. También debes conservar tus uñas cortas, limpias y bien cuidadas, así como cambiar la ropa de cama, la ropa interior y toallas de la persona infectada. Así mismo, limpia y desinfecta los inodoros de la casa, utilizado por quien tiene parásitos.