Llevar una relación abierta o monogamia es una decisión personal. Algunos prefieren tener una pareja principal y romances con otras personas, mientras que otros prefieren dedicar su tiempo, emociones y vida solo a una.
A medida que ha pasado el tiempo, esto ha cambiado de forma interesante. La monogamia mermó un poco en los años 60 y 70, pero volvió en la década de los 90 y ahora parece haber pasado de moda de nuevo.
Factores que influyen en esta decisión
Ser un hombre soltero, casado en monogamia o en una relación abierta, es algo que depende de ti. Tu personalidad, tus gustos y preferencias. Además, también influyen tus principios y valores morales, pues son aspectos que determinan tu inclinación hacia una u otra modalidad.
La monogamia ya no es la única forma de relación, al menos de manera abierta y pública. Aun cuando la mayor parte de la sociedad considera la no monogamia como algo feo, para muchos hombres y mujeres resulta una experiencia enriquecedora.
Algunos afirman que tener relaciones con varias personas es algo positivo, pues comparten gustos, preferencias y actividades diferentes, pues cada uno tiene una personalidad distinta. Es decir, puede representar una forma de vida cargada de emociones placenteras y disfrute frecuente.
Las desventajas
Sin embargo, no todo es color de rosa, teniendo en cuenta que, cuando esas relaciones fuera del matrimonio terminan, puede provocar tristeza, frustración y otras emociones negativas, que no se pueden expresar fácilmente a alguna de tus parejas.
Y es que, cambiar de monogamia a relación abierta, trae como consecuencia que ya no puedas expresarte de forma abierta, al menos no con tu pareja principal, pues debes ocultar ciertas cosas para evitar malos entendidos o discusiones.
Por tanto, pasar de monógamo a tener relaciones abiertas, es un paso un poco delicado, que debes analizar muy bien y definir si realmente es lo que deseas, para evitar obtener resultados diferentes a los que esperas.