La pupila es la estructura del ojo que se contrae cuando se somete a una iluminación fuerte. Es decir, es el que regula la cantidad de luz que ingresa a los ojos. Sin embargo, cuando se presentan pupilas dilatadas sin que haya exposición a la luz, se habla de midriasis. Esta condición se manifiesta en raras ocasiones y se trata dependiendo de lo que la ocasiona.
Situaciones que provocan pupilas dilatadas
La midriasis es una condición ocasionada por factores distintos, entre los que destacan los siguientes:
Ingesta de medicamentos
Existen algunos medicamentos que provocan la dilatación de las pupilas, que son los midriáticos y anticolinérgicos. Los primeros son gotas dilatadoras para ojos, que relajan los músculos del iris y producen un cambio en la forma de la pupila. Producen mucha sensibilidad a la luz brillante, que no suele durar mucho tiempo. Así mismo, los anticolinérgicos son sustancias presentes en diferentes fármacos. Producen como efectos secundarios mareo y visión borrosa.
Migraña, lesión cerebral o enfermedad
Una lesión ubicada en el interior de la cabeza puede ocasionar una acumulación de presión que produce daño en el iris. Esto conlleva midriasis en las dos pupilas. Además, el Síndrome de Adie es una enfermedad neurológica poco común que puede generar dilatación de pupila en uno o ambos ojos.
Lesión ocular
Otra situación que produce la midriasis es cuando ocurre una lesión o traumatismo ocular, que daña las estructuras del iris, encargadas de controlar el funcionamiento de la pupila.
¿Cómo se trata esta condición?
De acuerdo con los especialistas en la materia, las pupilas dilatadas se tratan dependiendo de lo que ocasiona esta condición. En tal caso, el oftalmólogo es el encargado de recetar un medicamento o tratamiento para ayudar a las pupilas a trabajar normalmente, en función de ayudarte a mejorar tu visión.