La preocupación por llevar una alimentación saludable ha incrementado en los últimos años. Esto ha dado paso al aumento del deseo de muchas personas por llevar un estilo de vida vegetariano. Es decir, prescindir del consumo y uso de productos de origen animal.
El vegetarianismo se distingue claramente del veganismo, pues en este último no solo se elimina la ingesta de carne de origen animal, sino todos sus derivados como la leche, los huevos, entre otros.
Ventajas de ser vegetariano
Ser vegetariano es una decisión personal que ofrece ventajas interesantes para quien se decide por este tipo de alimentación. Por ejemplo, favorece la digestión de los alimentos, evita problemas de sobrepeso y obesidad y reduce el estreñimiento. También conserva los niveles adecuados de presión arterial, mejora la visión, proporciona mayor esperanza de vida y evita el envejecimiento prematuro. Incluso, el vegetarianismo disminuye los niveles de toxinas en el cuerpo y reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Aunado a ello, el vegetariano contribuye directamente con el bienestar de las especies animales, especialmente las que se crían para el consumo humano.
Desventajas del vegetarianismo
Aun cuando este estilo de vida es bastante beneficioso, tiene algunos inconvenientes para quienes lo practican, como el hecho de que puede provoca un déficit de vitamina B12 y vitamina D, que son importantes para el desarrollo y funcionamiento neuronal, así como para la absorción del calcio.
Además, como la ingesta de proteína animal no existe, la masa muscular tiende a disminuir de forma considerable, al tiempo que la salud ósea se ve afectada.
Como el vegetariano consume un alto contenido de fibra, la absorción de muchos minerales no se lleva a cabo de forma correcta, por lo que puede afectar su salud en general. De hecho, quienes no saben controlar la ingesta de pasta, pan, arroz y demás alimentos, tienden a aumentar de peso y desarrollar obesidad.