Esta será una subasta de Christie’s sin igual. Ha sido calificada con el apelativo de histórica porque si bien esta casa acostumbra a manejar altas pujas por sus objetos subastados, en esta oportunidad de se trata del patrimonio privado del fallecido empresario tecnológico.
En noviembre en el Rockefeller Center, toda la atención de multimillonarios, coleccionistas y amantes del arte intentarán pujar por alguna de las obras que pertenecían al reconocido filántropo. Además de ser cofundador de la empresa de tecnología, también era propietario de los Seattle Seahawks.
Una peculiar y millonaria subasta de Christie’s
Según Robbreport, esta colección que se subastará comprende más de 150 obras de arte, algunas hasta de 500 años de historia. El nombre de este evento será Visionary: The Paul G. Allen Collection y promete ser un encuentro sin precedentes para que los amantes de estas piezas maestras se deleiten, pujen y compren.
Durante su vida, Allen fue un coleccionista apasionado y recolectó durante décadas algunas de las más impresionantes obras, incluso, para principios de los 2000, hizo públicas algunas piezas de su colección con préstamos a museos en diferentes locaciones del mundo, al tiempo que produjo exhibiciones como la “Seeing Nature”, en la que se mostraron unas 39 pinturas relacionadas al mundo natural.
De acuerdo con la albacea del empresario, este creía que el arte era una visión única de la realidad y que un artista podía lograr inspirar al mostrar su estado interior. Según detalló, esta colección es el reflejo de intereses diversos, de la mística y la belleza, “estas obras significan mucho para muchos”.
Desde el punto de vista artístico e histórico, en esta subasta de Christie’s las obras en puja tienen un gran valor para la humanidad. Desde el punto de vista lucrativo, se estima que la colección tiene un costo que supera el billón de dólares. Por lo que representa para Christie’s su subasta de arte más grande.
Según los deseos del tecnócrata, todos los ingresos por concepto de la subasta estarán destinados a obras de filantropía. En vida, Allen donó más de 2,650 millones. Asimismo se habría comprometido a donar la mayor parte de su patrimonio a causas benéficas. Buscaba ayudar a especies es peligro de extinción a comprender la biociencia, epidemias y mucho más.