El pastor belga es una de las razas de perros más inteligentes que existen, por lo que se pueden entrenar con facilidad. En algunas zonas se desempeñan como perros de pastoreo, por lo que se conoce como “ovejero belga”, pues es guardián, defensor y un excelente rastreador.
Educar y entrenar estos animales es una tarea que requiere dedicación, paciencia y mucha constancia. Aun cuando suelen aprender muy rápido, es necesario dedicarles tiempo para obtener un resultado adecuado.
Recomendaciones para entrenar un pastor belga
El pastor belga es un perro muy activo y por ello necesita espacio. Por tanto, no es una mascota adecuada para personas poco activas o sedentarias. Debes garantizarle una actividad corporal habitual y a diario.
Su entrenamiento se hace a través de la actividad física, desde que es cachorro. Es importante que juegue con otros perros y socialice con ellos, así como mantenerlo feliz y contento, por medio del ejercicio. Para esto basta con darle paseos largos al aire libre.
Agrega juegos
Añade al entrenamiento juegos de búsqueda y recompensa, que estén acordes a su edad, pues debes evitar excesos en lo que a dificultad y tiempo de entrenamiento se refiere.
Paulatinamente ve haciendo juegos de persecución con juguetes como pelotas, por ejemplo. Para evitar el agotamiento del perro, es mejor que repartas esta actividad, un rato en la mañana y otro en la tarde.
Acompañamiento
Una vez que el pastor belga se adecúa a las actividades de persecución, debes llevarlo como compañía mientras haces ejercicio. Ya sea andar en bici o correr, le va a gustar ir contigo y probar cosas nuevas, que le ayudan a mejorar e incrementar su nivel de resistencia. Usa tu sentido común para no forzarlo.
Premiación del pastor belga
Recuerda que en el entrenamiento y educación la premiación del perro es indispensable. Evita los castigos para penalizar el mal comportamiento, pues es una actividad que resulta ineficaz. Incluso, los hace sentir miedo, frustración o estrés, lo que afectará tu relación con él.