El ácido muriático se conoce también como agua fuerte o salfumán. Es un químico que se usa normalmente para asear superficies duras y difíciles de limpiar como el concreto, el ladrillo, entre otras texturas porosas. Es muy corrosivo, por lo que se utiliza con mucho cuidado para evitar daños en la piel y algunos objetos del hogar.
Asea tus espacios con ácido muriático
Antes de usar el ácido muriático para limpiar, debes usar protección para tu cuerpo como una camisa manga larga, un pantalón de tela gruesa, zapatos cerrados, gafas protectoras y guantes de goma. Si existe vegetación en el área, muévela de lugar o cúbrela para evitar la toxicidad en las plantas.
Mezcla en un recipiente una parte del ácido con 10 partes de agua. No agregues otros productos porque puede producirse una reacción química peligrosa.
Moja la superficie de concreto o ladrillo que quieres pintar y vierte el contenido del recipiente en ella. Déjala actuar durante unos 10 minutos.
Posteriormente, restriega la superficie con una escoba o cepillo duro, con el fin de remover la suciedad adherida. Después enjuagas con abundante agua durante dos minutos como mínimo para asegurar que el espacio que se limpió está totalmente libre de ácido muriático.
Otras superficies que se pueden limpiar con esta sustancia son las juntas y la cerámica. Por tanto, es adecuado para asear profundamente los baños, en los que se acumula mucho la cal. El proceso es el mismo que te indicamos anteriormente. Sin embargo, debes dejarla actuar solo durante 5 minutos, pues es una superficie más lisa, por lo que no requiere un tratamiento intensivo.
Como este tipo de ácido es bastante fuerte, no debes combinarlo con otro producto de limpieza como el cloro, el jabón o desinfectante. Esa mezcla puede provocar una reacción indeseada y afectar tu salud.