El Lonestar es un superyate, por sus dimensiones y excentricidades, sería el segundo más grande del mundo (si es puesto a navegar). Su interior está equipado con toda clase de lujos. Tiene un rincón secreto de 500 metros cuadrados con vistas panorámicas y un acceso directo a la suite principal.
Este gran bote tiene un casco de acero en color azul, con una estructura en aluminio. Según su diseñador, la estética de este yate está inspirada en Texas, pero no solo se refiere a la inmensidad. Strand se ha encargado de crear un estilo basado en el estado sureño. Esto gracias a la incorporación de elementos y materiales como madera rústica, cuero y obras de arte hechas por artesanos texanos.

Pero eso no lo es todo, está dotado con 16 camarotes de lujo; lo que brinda espacio para 32 personas a bordo (invitados 50 con tripulación), quienes podrán disfrutar las increíbles comodidades y elegancia que el yate posee, como gimnasio, bodega de vinos y spa, así como rodeos mecánicos, bar y entretenimiento musical.
En caso de cualquier inconveniente, el diseñador ha incluido en esta estructura seis botes salvavidas con estética personalizada, con tamaños que comienzan en los siete metros y terminan en los 12 metros.
Además, el Lonestar incluye en su diseño de la cubierta de la proa, un helipuerto con hangar de almacenamiento. Con esta nave, todo está cubierto; diversión, entretenimiento, lujo y comodidad, pero también funcionalidad porque podría ir a una velocidad máxima de 24 nudos y a una velocidad de crucero de 16 nudos. Ahora solo queda que aparezca el multimillonario que lo pondrá a flotar.