¿Has escuchado qué es un embarazo molar? Si no es así, te contamos que se trata de una complicación del embarazo. Es muy poco frecuente y se trata de una multiplicación atípica de los trofoblastos, las células que componen la placenta.
Existen dos tipos de embarazo molar, que se clasifican en completo y parcial. En el primero, el tejido de la placenta presenta una inflamación y parece que forma quistes llenos de líquido, por lo que no hay feto. El segundo, se caracteriza porque la placenta tiene un tejido normal y otro atípico. Aun cuando puede haber feto, no puede sobrevivir, por lo que se presenta un aborto espontáneo al inicio del embarazo.
Ahora que sabes qué es un embarazo molar, debes saber que esa condición puede provocar complicaciones graves, como una forma de cáncer que es poco frecuente y se corrige con un tratamiento.
Síntomas del embarazo molar
El embarazo molar parece normal al principio. No obstante, la mayoría suele manifestar algunos síntomas como estos:
- Náuseas y vómitos muy intensos.
- Sangrado vaginal de color marrón oscuro o rojo brillante. Esto ocurre durante el primer trimestre de embarazo.
- Presión y dolor a nivel pélvico.
- Expulsión de quistes por la vagina, cuya forma es parecida a la de una uva.
Este tipo de embarazo se identifica rápidamente porque la mayoría de las mujeres presenta síntomas en el primer trimestre. Si esto no ocurre, la manifestación de esta condición es mucho más fuerte, pues produce estos síntomas:
- Crecimiento acelerado y de gran tamaño del útero durante los primeros meses.
- Quistes en los ovarios.
- Preeclampsia, que es el incremento de la presión arterial alta, así como la presencia de proteína en la orina. Se produce previo a las 20 semanas de embarazo.
- Tiroides hiperactiva o hipertiroidismo.
En cualquiera de estos casos, ante un síntoma atípico durante el embarazo, lo más recomendable es asistir al médico y descartar las posibles complicaciones que esto conlleva.