Perder peso es una de las metas más complejas, especialmente cuando no se lleva una dieta balanceada. Sin embargo, es posible adelgazar o conservar un peso saludable, siguiendo una serie de recomendaciones sencillas, que hacen los expertos en materia de nutrición.
Si puedes acompañar estos hábitos con la práctica de ejercicio, es posible que percibas más rápido los resultados que deseas alcanzar. Seguir esto no es nada complicado y sus resultados a largo plazo son muy beneficiosos.
Perder peso sin tanto esfuerzo sí es posible
Cuando te decides a perder peso, es momento de adquirir nuevos hábitos, que no solo mejoran tu imagen, sino la salud de tu cuerpo en general.
Disminuir las horas entre comidas
Reducir las horas entre las comidas evita que comas con mucha ansiedad, por lo que es menor la cantidad de alimentos que ingieres. Lo más recomendable, es que pasen máximo tres horas entre cada comida principal. Además, es importante cenar dos horas antes de acostarse.
Comer lentamente reduce problemas estomacales
Para perder peso es muy importante comer lento, durante al menos 20 minutos, en un entorno agradable. Acompaña las comidas con agua gasificada y unas gotas de limón, pues reduce el apetito. Es necesario comer tranquilo, sin prisa, para evitar la ingesta de grandes cantidades de comida, así como problemas digestivos.
Controlar la cantidad de comida ayuda a perder peso
La cantidad de alimentos que consumes, puede ser la causa principal del sobrepeso. Es por ello que los especialistas recomiendan consumir, entre y 6 raciones de cereales, 2 de hortalizas y verduras, entre 2 y 4 leche y derivados, así como de 4 a 8 raciones de agua.
Durante la semana, es aconsejable la ingesta de 3 a 4 raciones de pescado, aves, carnes magras y huevos. También comer de 2 a 4 racione de legumbres y tres 3 y 7 de frutos secos.
Usar condimentos adecuados para cada plato
Las grasas puras, como las mantequillas, aceites y margarinas, suelen aportar muchas calorías a los platos. Esto mismo ocurre con los frutos secos, los quesos, las semillas y tostones de pan frito, por lo que debes evitarlos en tus comidas.
En ese sentido, lo mejor es consumir aceite de oliva extra virgen, pero solo una cucharada sopera por cada plato. La mayonesa puede aligerarse con zumo de limón, mientras que las mejores salsas son las fabricadas a partir de legumbres, verduras o setas.
