El coñac es un licor con sabor particular. No es para todos los gustos y paladares, pero si se trata de conocedores exigentes, el Louis XIII Mathusalem es la guinda del pastel. De hecho, su edición especial es emblemática, contiene 600 centilitros, lo que representa 8 veces más que otros decantadores. En total suman 150 copas de 4 centilitros cada una.
Louis XIII Mathusalem logró posicionarse como una de las más reconocidas marcas de coñac. Cuenta con prestigio alrededor de todo el mundo. Esto en parte gracias a su historia que comenzó en 1874 y se mantiene hasta el sol de hoy. Su visión que combina la tradición y la innovación para un producto exclusivo.
Lo más interesante del Louis XIII Mathusalem
En el caso de la botella o decantador a gran escala, se hizo en hornos de Baccarat, una de las más finas e históricas casas que confeccionan cristalería, firma que no había hecho un decantador tan grande hasta que lo hizo para la destilería Louis XIII a inicios del siglo XX.

De esta expresión solo se producen un puñado de ejemplares al año y en esta en particular fue un verdadero reto porque no cualquiera podía hacer parte en la elaboración de tan delicada pieza y los maestros cristaleros crearon nuevas herramientas, al tiempo que 20 artesanos con al menos 10 años de experiencia en la cristalería fina, para asegurar la perfección en cada detalle.
Además, reseña el portal RobbReport que esta pieza está resguardada en un cofre fabricado de roble, piel y metal, cuya función en proteger el cristal e incrementar la exquisitez del decantador. Este cofre alberga el decantador, ocho copas de cristal, una bandeja y una pipeta, una obra de arte en sí misma.